Es bien conocido lo que decía un maestro de teatro americano: “más que aprender cosas un actor debería intentar quitarse algunas”.
Esto, que parece evidente, no es tan simple. Efectivamente un actor debería aprender a quitarse y modificar cosas.
¿Qué cosas? Sus bloqueos, su miedo, no esconder su voz, aceptar mirar siempre a los ojos en cualquier escena, no hacer de más, no bajar la mirada, renunciar al exceso de narcisismo.
¿Esto es poco? En realidad es muchísimo. Pero como decía un adagio chino “Pekín está lejísimo pero sólo llegaré cuando de el primer paso hacia allí”
